- Mezclar en un bowl la harina, la sal y el bicaronato
- Añadir poco a poco el agua mientras mezclas
- Opcional: tapar el bowl y dejar reposar 24 horas para fermentar la harina
- Calentar una sartén antiadherente
- Volcar con un cucharon una porción de la mezcla
- Una vez que sus bordes empiezan a levantar dar vuelta y esperar a que se dore.
- Sacar y servir
Podés rellenarlos con lo que más te guste o usar la injera para acompañar pastas, guisos, o cualquier tipo de alimentos. ¡Igual que como usarías el pan!