1- En un recipiente mezclar las harinas, el azúcar, la sal y el bicarbonato.
2- Si el aceite está muy duro, derretirlo a baño maría hasta que esté más blando, no es necesario que llegue a estar totalmente líquido.
3- Agregar a la preparación, el huevo, el aceite, la leche y la esencia de vainilla e ir integrando suavemente, sin amasar demasiado.
4- Una vez que esté todo integrado llevar a la heladera por 30 o 40 minutos.
5- Con la ayuda de un palo de amasar estirar la masa sobre una mesada previamente espolvoreada con harina. Colocar la masa en tartera y pinchar con tenedor por la superficie. Llevar a horno ya precalentado a 170 grados.
6- Cocinar hasta que doren los bordes.
Esta masa es una base para cualquier tarta dulce, se puede llenar con frutas, cremas, chocolate, gelatina, etc